Comenzó su aventura empresarial hace casi cincuenta años con el nombre de Creaciones Berbegal. Pero, a medida que sus expectativas, su ilusión y la facturación de su empresa crecían, este visionario de Castalla (Alicante) fue concibiendo un nuevo modo de hacer las cosas. Por eso en 1995 nació Actiu, una corporación que hoy es reconocida internacionalmente por su capacidad para crear mobiliario de oficina, espacios públicos y colectividades con un toque diferente.
Y es que Vicente Berbegal, el creador de la marca, ha ido transfiriendo a la misma sus propios valores, unos valores que reconocen sus clientes y que sus empleados han interiorizado: actitud sincera, vocación vanguardista, apuesta por el diseño, crecimiento sostenible y respeto por el medio ambiente.
Esta manera de entender la marca ha permitido a Actiu ordenar en torno a su relato un largo listado de elementos que se anudan entre sí, se refuerzan y que ayudan a consolidar su imagen: desde el diseño de sus productos hasta su comunicación pasando por su Parque Tecnológico, un espacio corporativo e industrial que refleja su afán de armonizar lo local y lo universal, el apego al territorio y la proyección internacional.
Mirando este contexto se entiende perfectamente que Vicente Berbegal haya sido seleccionado por el Jurado de Honor de los European Business Awards (EBA) para representar a España en la categoría de Empresario Europeo del Año 2017, habiendo seleccionado a Actiu entre las 110 empresas europeas, de las 32.000 presentadas. Aquí puedes ver más detalles de su candidatura.
Berbegal inició su andadura como empresario a los 20 años, después de trabajar desde que casi era un niño en una industria del mismo pueblo que lo vio nacer. Incansable y tenaz, en 1973 tenía su primera fábrica en propiedad y en ella comenzó construir los primeros mobiliarios diseñados exclusivamente para hacer un hueco al televisor. En 1984, Berbegal siguió mirando al mueble auxiliar para el hogar y a la tecnología: de su imaginación nacieron las primeras mesas diseñadas específicamente para equipos informáticos domésticos. Es cierto que aún no había una demanda clara, pero es que ¡Windows ni siquiera había nacido! De modo que cuando los hogares se llenaron de pcs, los muebles de Berbegal para equipos informáticos comenzaron a salir por miles de su fábrica. Ese fue el inicio de su transformación.
En 1995 Actiu entró de lleno en el mercado del mueble para oficina tras años de experiencia tangencial en el sector. En aquel momento, su presencia resultaba simpática por su propia osadía: era una pequeña empresa que quería asumir un gran reto y que con su buen hacer se fue ganando la confianza de sus clientes. En el año 2000 los grandes proyectos comenzaron a llamar a su puerta y cerraron el siglo sirviendo sus referencias en 60 países. Hoy, en 2017, su liderazgo resulta tan indiscutible como la potencia de su marca.