Este famoso acrónimo proviene de expresión en inglés Return on Investment que se traduce literalmente como retorno de inversión. Pero, ¿qué es el ROI? Como todos sabemos, es el espantajo que los responsables de finanzas lanzan contra los de marketing cuando hablamos de plataformas de comunicación, asumiendo de algún modo que la comunicación en general y un sitio web, en particular, es un gasto y no una inversión que puede ser más que rentable para una compañía.

Veamos a continuación cómo lograr una web con un magnífico ROI.

¿Qué es el ROI y cómo mejorarlo en nuestra web?

De forma tradicional, la comunicación corporativa ha quedado fuera de las métricas financieras, asumiendo que esta inversión tendrá un retorno difícil de medir puesto que estará asociado a posicionamiento de marca, a reconocimiento de los valores y a elementos quedan en el territorio de los intangibles, esos elementos que, aunque valiosos, hasta ahora solo se evaluaban de forma genérica y a largo plazo.

Pero es imprescindible ver el conjunto de lo que sucede cuando se ha planificado una web vendedora. Y lo que sucede es que, cuando un sitio web ha sido bien diseñado y ejecutado se convierte en un multiplicador del valor de la marca. Para ello debe ser, en primer lugar, un generador de buenas experiencias para el cliente (estamos en el terreno de lo intangible) y luego debe transformar dicha experiencia en un activador de ventas (aquí entramos en el espacio de lo tangible). Y ahí es donde una web demuestra que puede mostrar un interesante retorno de inversión.

5 recomendaciones para una web con ROI alto

  1. Piensa en tu público. Aborda la creación de tu web corporativa pensando más en ellos que en ti porque de lo contrario no lograrás conectar con las personas que te podrían comprar. Recuerda siempre que esto no va de tu producto, sino de sus sueños.
  2. Cuida los detalles. Desde la elección que haces de las tipografías y los colores hasta el recorrido de clics que exiges a tu visitante, todo debe estar cuidado para ofrecer claridad, concisión y rapidez. Piensa que no tienes más que unos segundos para convencer.
  3. Aprende a destacar. Para que tu web tenga un buen posicionamiento en marcadores, debes aprender a atraer la mirada tanto de los humanos como de los algoritmos. Después de todo, si no estás en las primeras posiciones, es como si no estuvieras.
  4. No basta con atraer. Te lo dice tu experiencia diaria: ningún cliente va a pasar de conocerte a comprarte salvo que tu tiket medio sea muy bajo. Si tu producto o servicio tiene un precio alto, deberás relacionarte con tu cliente, mostrarle mejor tus ventajas, contarle más detalles y solo cuando esté maduro podrás pasar a venderle. Y tu web debe estar preparada para ello, para permitir que la relación avance y convierta.
  5. Tu web es tu central de ventas en el mundo online. Tu blog, tus redes sociales, incluso tu newletter o hasta tu CRM tienen que estar conectados con ella. Piensa que tu web en el núcleo de tu plataforma de comunicación online.

 

¿Cuáles son los beneficios de medir el ROI de tu web?

Hacer una web que te presente es fácil. Hacer una web que convierta no lo es tanto. Requiere más esfuerzos, más inversión y mucho mimo. Por eso merece la pena medir, medir y medir el ROI. Después de todo, nos permitirá:

  1. Conocer el beneficio económico derivado de su puesta en marcha
  2. Corregir las posibles desviaciones en tiempo récord
  3. Averiguar las tendencias que muestran nuestros datos y adelantarnos a la competencia

Después de estas notas y, cuando los financieros te pregunten qué es el ROI y cómo lo vamos a mejorar en nuestra plataforma online, esperamos que te puedas sentir más cómodo y que no necesites acudir al terreno de los intangibles. Sí: porque las webs también activan ventas.

Alinea tu web con tu relato de marcay despreocúpate de la competencia

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